Un grito de libertad de Kesha en Lollapalooza

Kesha transformó el escenario en un carnaval de autonomía artística

Foto: Roger Ho/Lollapalooza

Kesha dio un espectacular grito de libertad en Lollapalooza, abriendo su actuación con la palabra "Freedom" (Libertad) proyectada en grande en la pantalla del escenario IHG Hotels & Resorts.

Durante una hora, la estrella pop de 37 años mostró a una multitud abarrotada lo que la libertad significa para ella: cantar con un hábito de monja, bailarines con máscaras de gato, una banda de marcha de cuatro piezas y la autonomía total para hacer lo que desea. Fue un espectáculo lleno de emoción, alegría y extravagancia que reflejó la esencia única de Kesha y reintrodujo a una artista con 15 años de carrera.

La multitud enloqueció desde el primer momento con su éxito de 2010 "TiK ToK", con una apertura revisada que decía “Wake up in the morning yelling, f--- P-Diddy,” Kesha estableció el tono de una actuación desenfadada y liberadora. A lo largo de su set, Kesha estuvo acompañada por un baterista y un multiinstrumentista que tocaron guitarra, bajo y sintetizadores, añadiendo una energía eléctrica a la actuación.

Vestida con un hábito de monja y rodeada de bailarines con máscaras de gato, Kesha transformó el escenario en un carnaval de autonomía artística. A lo largo del espectáculo, la cantante hizo alarde de su capacidad para reinventarse, incluyendo una versión renovada de su éxito “Your Love is My Drug” y el debut en vivo de "JOYRIDE," su primer lanzamiento como artista independiente bajo su propio sello, Kesha Records.

Uno de los momentos más impactantes fue cuando interpretó "Cannibal," sosteniendo una réplica de un corazón mientras sus bailarines se cubrían de sangre falsa. Sin embargo, la audiencia, compuesta por devotos seguidores, disfrutó cada momento del espectáculo.

Kesha también reflexionó sobre su carrera y sus luchas personales, recordando su debut en Lollapalooza en 2009. "Era la primera vez que más de cinco personas venían a verme tocar. Estaba aterrorizada de ser juzgada," confesó. "Pero ahora, después de todo lo que he pasado, me siento más fuerte que nunca," proclamó, arrancando aplausos y vítores de la multitud.

Reflexionando sobre su carrera y su debut en Lollapalooza en 2009, Kesha compartió su recorrido y las luchas que ha enfrentado. "Estaba aterrorizada de ser juzgada, pero ahora, puedo ver que todo ese odio me ha hecho más fuerte," declaró, recibiendo fuertes aplausos.

El momento más emotivo llegó con "Pray", donde la multitud cantó junto a ella, muchos visiblemente conmovidos. Kesha agradeció a sus fans por apoyarla durante los tiempos más difíciles de su vida.

El set cerró con una energía arrolladora, dejando a la audiencia emocionada y reflexionando sobre la poderosa declaración de libertad de Kesha en el escenario.