The Offspring revive el espíritu noventero con "Smash" en Riot Fest

La banda celebró 30 años de su disco más icónico ante miles de nostálgicos

Foto: Anthony Linh/Riot Fest

En uno de los momentos más especiales del viernes en Riot Fest, The Offspring convirtió el escenario AAA en una máquina del tiempo. Con motivo del 30 aniversario de su álbum “Smash” (1994), Dexter Holland, Noodles y compañía ofrecieron una interpretación casi íntegra del disco que los catapultó a la fama.

Sin mucha ceremonia, pero con evidente intención, la banda desató el caos desde “Time to Relax” hasta “Not the One”, dejando “Self Esteem” para el cierre como postre de una sesión cargada de punk melódico, velocidad y rebeldía que marcó a toda una generación.

“¡Ustedes no han envejecido nada!”, gritó Dexter entre risas, mientras Noodles bromeaba con que ahora probablemente estaban tocando para los hijos de quienes crecieron con ese disco. Pero más allá de la nostalgia, el show tuvo una energía renovada, gracias en parte a la fuerza del baterista Brandon Pertzborn —quien ni siquiera había nacido cuando salió Smash— y a la presencia multifacética de Jonah Nimoy (sí, nieto de Spock).

Con Holland en gran forma vocal y Noodles desatado, piezas como “Bad Habit”, “Gotta Get Away” y “Come Out and Play” sonaron tan frescas como en los 90, mientras otras joyas menos recordadas como “Genocide” o “Killboy Powerhead” brillaron con potencia renovada.

Para el encore, no faltaron los himnos más ligeros como “Pretty Fly (For a White Guy)” y “The Kids Aren’t Alright”, que cerraron un set que funcionó tanto como homenaje como testimonio del legado de una banda que sigue haciendo ruido, literal y figuradamente.