The Hives desatan una explosión de carisma y garage rock en Riot Fest

Con energía desbordante y humor irreverente, la banda sueca volvió a Chicago

Foto: José Eleazar Gudiño

Pelle Almqvist no necesita más que un micrófono y un escenario para dominar a miles. Y eso fue justo lo que hizo este sábado en Riot Fest cuando The Hives regresaron a Douglass Park tras ocho años de ausencia. “Hay muchas bandas aquí que no odiamos”, bromeó el vocalista mientras la banda, vestida de impecables trajes blanco y negro, arrancaba con “Bogus Operandi” bajo el sol de la tarde.

En apenas 40 minutos, los suecos entregaron un show eléctrico, vertiginoso, y sin desperdicio. Aún con un ligamento roto, Almqvist brincó, corrió y hasta se metió entre el público mientras el guitarrista Nicholaus Arson surfeaba con su instrumento al hombro. “Rigor Mortis Radio” y “Walk Idiot Walk” mantuvieron la velocidad en alto, y los chistes también.

“Han presenciado historia. Pero se ven calientes”, soltó antes de “Hate to Say I Told You So”, canción que fue coreada en masa mientras el público seguía instrucciones al pie de la letra: desde aplaudir hasta cantar la línea del bajo.

Con “Countdown to Shutdown” como cierre y “Nobody Does It Better” sonando en tono irónico para la despedida, The Hives demostraron por qué siguen siendo una de las mejores bandas de festival: impredecibles, intensos y tremendamente divertidos.