Taking Back Sunday revive las emociones del emo-core con potencia y nostalgia

La banda conectó con nuevas y viejas generaciones en un set cargado de clásicos

Foto: José Eleazar Gudiño

Pocas bandas logran encender una conexión emocional tan inmediata como Taking Back Sunday, y su presentación del domingo en Riot Fest fue una muestra perfecta de por qué siguen siendo referentes del emo y post-hardcore más de dos décadas después de su debut.

Con el público ya bien entrado en la jornada, Adam Lazzara y compañía saltaron al escenario con “S'Old” y rápidamente pusieron a cantar a todos con “Set Phasers to Stun” y “A Decade Under the Influence”, dos temas que marcaron a toda una generación de adolescentes sensibles y con el fleco peinado hacia un lado.

La voz de Lazzara se mantuvo firme y su característica presencia escénica —girando el micrófono, caminando de un lado a otro— sigue siendo uno de los sellos más icónicos del grupo. La intensidad se mantuvo con temas como “Timberwolves at New Jersey” y “Liar (It Takes One to Know One)”, que retumbaron entre coreos de fans de todas las edades.

El setlist también incluyó material reciente como “Lightbringer”, “The One” y “Amphetamine Smiles”, demostrando que la banda no solo vive del pasado, sino que sigue evolucionando sin perder su esencia.

El cierre fue un auténtico regreso a los días de MySpace y Warped Tour: “Cute Without the 'E' (Cut From the Team)” y “MakeDamnSure” pusieron la cereza en el pastel, con un Douglass Park completamente entregado.

Taking Back Sunday no solo tocó canciones: ofreció una catarsis colectiva, un momento para gritar, recordar y seguir adelante… justo como lo han hecho ellos.