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Katy Perry apuesta por la extravagancia en su regreso a Chicago

  • Conexión 312
  • May 11
  • 2 min read

La cantante presentó su gira “Lifetimes” con una puesta en escena futurista

Foto: United Center
Foto: United Center

Ocho años después de su última gira, Katy Perry volvió a los escenarios con un espectáculo ambicioso y visualmente recargado. El United Center fue el escenario de una noche en la que la artista californiana combinó luces, coreografías, acrobacias y narrativa cibernética para presentar su nueva era: Lifetimes.

Desde el inicio del show, Perry marcó el tono futurista al descender suspendida en cables para cantar “Artificial”, en un escenario con forma de figura ocho que prometía cercanía con el público. Vestida como una heroína de videojuego, asumió el papel de KP143, su alter ego robótico, en una historia dividida en cinco actos donde debe salvar a la humanidad de un villano digital.

A lo largo del espectáculo, no faltaron los clásicos que consolidaron su carrera. “Teenage Dream”, “Dark Horse”, “California Gurls” e “I Kissed a Girl” fueron recibidos con entusiasmo por un público mayormente familiar. También incluyó nuevos temas de su álbum 143, como “Woman’s World”, aunque estas canciones no lograron el mismo impacto entre los asistentes.

Uno de los momentos más emotivos llegó cuando Perry invitó a tres niños del público a cantar con ella “The One That Got Away”. También aprovechó para dedicar el concierto a su hija Daisy, presente entre los asistentes. Este gesto, junto con su decisión de no interpretar temas como “Peacock”, dejó ver una faceta más moderada y maternal de la artista.

Sin embargo, el espectáculo no estuvo exento de controversia. Algunas decisiones artísticas, como una escena de lucha con sables láser entre “gusanos de arena”, y pasos de baile sencillos comparados con la exigente coreografía de sus bailarines, fueron objeto de críticas. Además, su regreso al trabajo con el productor Dr. Luke y su reciente viaje espacial generaron debate en redes sociales y medios.

Con referencias visuales que evocaban otras giras recientes —como Eras Tour de Taylor Swift o la estética futurista de Beyoncé—, Perry ofreció un show más enfocado en el espectáculo que en la profundidad narrativa. Aun así, cerró con una poderosa interpretación de “Firework”, recordando por qué alguna vez fue una de las voces más prominentes del pop.

La gira Lifetimes continúa por Estados Unidos antes de su paso por Europa y Asia, buscando reconectar con su base de fans y presentar su nueva propuesta escénica. En Chicago, al menos por una noche, lo logró con luces, nostalgia y un juego visual de altos vuelos.

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